No había tenido chance de actualizarlos… Pues sí, el príncipe azul no resultó tan azul, aunque yo lo sabía y la verdad es que no me importa. Él para mí, como yo misma decía, era alguien idealizado. ¡Pero ojo! No idealizado en el sentido de verlo PERFECTO, no, sólo como alguien que me encantaba y bueno aún me encanta y me encanta su forma de ser… Sólo no me gustó la forma en la que me trató.
Ya sé que nosotros sólo podemos ser amigos, o más bien, ser eso que él y yo siempre hemos sido… Es una amistad extraña, donde ahora quizás pueda decir que la tensión sexual (por decirlo de alguna manera) no sólo existía de un lado, sino de ambos.
Para tí: ¡Yo te adoro! Y sé que tú me adoras, sólo que lo hacemos a nuestra manera. Siempre que se pueda y estemos en el mismo país, te voy a querer ver, porque me encantas, me encanta hablar contigo, lo dulce y ácido que puedes llegar a ser ¡y tus abrazos! ¡Cuando vengas me avisas!