Este año cuadré mejor las cosas y logré irme uno o dos días más que el año pasado, y además, quería visitar miles de lugares y no sé cómo, lo logré (y después de todo lo que me pasó, realmente no sé cómo lo logré).
Salí un día jueves, 29 de marzo, ese día fuí a trabajar medio día, salí un pelo tarde del trabajo y tuve que esperar a un “amigo” que me iba a mostrar su Galaxy Tab a ver si me compraba yo una. Pues al final se vino hasta mi casa (debe ser que aún no tenía nada con la perra), subió los 15 pisos, me mostró la tablet (obvio pasó volando las fotos que tenía de ella, gracias), terminé mi maleta, me cambié y él bajó la maleta por los 15 pisos; y mi mamá y yo detrás de él. Dada la hora y el pánico de mi mamá, bajamos en taxi al aeropuerto. Gracias a Dios llegué y no había naaada de cola en el check-in de Iberia, así que tenía tiempo.
Vale acotar que no había almorzado nada… Esto porque casualmente en mis dos viajes anteriores no había comido (recordemos que en el primero me pasaron por el escáner corporal) y porque a una gran amiga y al novio casi los hacen perder su vuelo a Madrid en Diciembre, al pasarlos por el escáner corporal luego de comerse una hallaca cada uno. Se podrán imaginar… Ya los tenían fichados de ¡narco mulas!, gracias a Dios si pudieron alcanzar su avión. Volviendo a mí, tenía una sopa Maruchan en el estómago y ya habiendo chequeado la maleta, fuí con mi mamá a tomarme un jugo. Yo quería entrar temprano al duty free a ver qué compraba y buscar la sala VIP porque tengo mi tarjeta de Priority Pass :). Pues tal cual, yo quería… Sí entré temprano, pero cuando estoy en mi cola de inmigración, escucho que me llaman urgente al mostrador de mi puerta de embarque, así que me salté todo, me sellaron el pasaporte y corrí… Pues resulta que me hicieron bajar a bodega a revisar mi equipaje (seguro fue por la cantidad de medicinas que llevaba que el pobre perro se confundió).
Pues una vez abajo, me revisaron la maleta con toda mi ropa comprimida en bolsas al vacío, los pirulines y jamás vieron las medicinas. En fin, de subida me revisaron cosa por cosa de todo lo que llevaba en mi equipaje de mano, hasta la vida me averiguó el GN ese: tenía un libro y me preguntó de qué trataba, le dije que no sabía porque se lo llevaba a un amigo, que si tenía novio y poor supuesto le dije que no (aunque igual, es verdad) y me dediqué a ser medio coqueta y no amargarme por toda esta revisadera.
De vuelta al duty free, entré a comprar más pirulines y ron y luego hacer mi cola de embarque. Por supuesto salimos tarde.
Iberia te da la opción de escoger tu tipo de comida, si lactosa, vegetariana, etc., a la hora de comprar el pasaje. Pues bien, yo seleccioné vegetariana, igual para la cena no hubo distinción, pero creo que comí pollo. Para la merienda/desayuno si hubo distinción y salí perdiendo, me dieron un mini pancito con ensalada y frutas y al resto de la gente su sandwich normal con pavo, y cuando digo normal, me refiero a que era de tamaño normal.
Dormí bastante durante el vuelo así que llegué a Madrid a en la mañana fresca como una lechuga y ¡lista para salir! Dejé mis maletas, saqué varias cositas, me cambié y me fuí a encontrarme con Denisse que había llegado primero que yo a Madrid.
Pues el resto de mis días en Madrid, se resumen como compras compulsivas: compré de todo, hasta una Samsung Galaxy Tab antes de salir de viaje para Oporto (o Porto, como quieran decirle).
Pasé tres días en Porto y 4 horas en Lisboa. Mi impresión: la gente, súper amable, hacen el esfuerzo de entenderte en español (lo cual es mucho decir), la atención excelente, la comida muy rica y barata, los taxi económicos y el vino Oporto o vinho de Porto… ¡Genial! Volveré sin duda, y más ahora (luego les cuento en otro post).
Llegué a Barcelona a reencontrarme con Denisse y con Francisco, ambos me fueron a buscar al Aeropuerto y luego fuimos al hostal a dejar todo y salir a comer y tomar algo. Barcelona lo recordaré como lluviosa y donde me faltó mucho por visitar (Francisco estaba muy contento de que fuéramos y nos tenía un mini Tour armado), y por supuesto, los bares, los chupitos, la champañeria, etc.
A partir de aquí comienza mi cadena de eventos desafortunados, así que mejor continúo en otro post.
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