Tenía mucho tiempo sin escribir… ¡El tiempo se me fue volando en diciembre!
Primeramente quiero dar las respectivas felicitaciones en orden cronológico: ¡Feliz Navidad! ¡Feliz año nuevo 2010! El que persevera alcanza, ¡yo que se los digo! Y recuerden que los sueños se hacen realidad… Jajajaja.
Bueno no pienso seguir un orden de ideas, sólo voy a escribir sobre todo lo que quiero decir ya veremos cómo me sale.
Pues bien, 2010… Suena a mucho ¿no?. De hecho, ¿cómo le dirán a la nueva cohorte de la USB? ¿010? (se lee “cero diez”). En el año 2002 entré a la Universidad, donde conocí a mi amor platónico, pero es que no era el mío solamente, todas suspirábamos por él, por su carisma, por su forma de tratarnos, por su dulzura, ¡por todo! Era (y es) ¡perfecto! Luego del paro petrolero de ese mismo año, cuando finalmente volvimos a la universidad a terminar nuestro primer trimestre, nuestro príncipe azul regresa con novia… ¡NOOOO! Y no era aquella mujer “explotada” que al menos nosotras, pensando machistamente, jurábamos que él iba a escoger; al contrario, era una muchacha sumamente normal. Como toda pareja, tuvieron sus altos y bajos, y recuerdo uno de los bajos en particular porque él medio buscó consuelo en una de mis amigas y todas estábamos súper felices porque ella podría ser la próxima afortunada… Jajajaja.
En fin, Charming volvió con su novia y así duraron 3 o 4 años… Yo, terminé haciéndome amiga de su novia (siempre termino como amiga de las novias de los que me gustan o gustaron…) y de hecho estudiamos lo mismo, él se medio perdió del mapa… Más aún cuando de verdad terminaron. Se graduó, vendió su alma al diablo (jeje, una secta que llaman AIESEC) y se fue a trabajar a Roma, allí pasó como dos años. Durante esos dos años, vino dos o tres veces, en las cuales lo vi 15 minutos!!!!! (para matarlo). Durante todo ese tiempo nos mantuvimos en contacto, yo siempre le escribía y él de vez en cuando me respondía y a veces hablábamos de forma civilizada (lo cual entre nosotros es raro, siempre solemos “discutir” o hablar muy en broma). Yo comencé a tratarlo con muchísimo cariño, le comencé a decir que lo adoraba, que lo quería, etc., pero la verdad ya era tan normal para mí que equis. O bueno, normal no, sino que ya luego de tanto tiempo era como imposible y había aceptado la idea del “sólo amigos”. De hecho, mis amigos me decía que cuando él viniera a Venezuela tenía que aprovechar, decirle que toooodoooo esto que estoy escribiendo ahorita y BESARLO. Pues adivinen: Yo no quería. Estaba tan bien así que bueno, para qué incomodar las cosas, además que volvemos al punto de que fue hace tanto tiempo que ya qué.
Pues mi príncipe azul vino en diciembre y se queda hasta marzo, luego se va a Madrid, ya no a Roma. Lo vi el 27 que me pasó buscando por el CSI donde yo estaba con una amiga y un amigo y me fui con él a casa de una amiga suya (quién por cierto me odia por el sólo hecho de cómo me trata él a mi). La pasé normal, aunque he de admitir que estuvo súper lindo todo el tiempo, pero él es así normalmente. Como era muy tarde y estábamos cerca de su casa, él me preguntó si tenía algún problema de llegar de mañana a mi casa, y como no lo tengo, avisé en la mía que no iba, que me llevaban en la mañana. Sé lo que pueden estar pensando, pero créanme que a mi jamás me pasó por la mente. Sólo le pedí un sitio donde dormir y una franela para dormir más cómoda. Nos quedamos hablando tooooda la noche (en realidad no faltaba mucho para que amaneciera) y bueno si, ocurrió eso que transforma a los sapos en príncipes…
¡El beso! Sí, sólo eso. ¿Pero ven? El que persevera alcanza y definitivamente los sueños sí se hacen realidad.
Todos aquellos que querían que yo lo besara se sienten realizados y también aquellos que han vivido la historia conmigo y hasta mi amiga la que conté que en algún momento pensamos que tenía chance.
Tengo hasta marzo para tratar de vivir mi cuento de hadas, pero no me importa que sea poco tiempo, la verdad creo que tampoco me importa si continuamos queriéndonos normal como amigos, aunque si seguimos en estas tampoco me molesto jajaja… En fin yo siempre lo voy a adorar y él a mi también, de una forma distinta puede ser, pero cariño es cariño.
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