Fue mi primer viaje en muchos sentidos, mi PRIMER viaje, mi primera vez en avión, mi primera vez en Europa, mi primera vez en un país donde se hablara otro idioma, mi primer viaje sola, mi primer viaje de tantas horas, mi primera vez en inmigración, mi primera vez pasando por un escáner corporal… Sí, un escáner corporal. al parecer las personas solas y jóvenes son las más sospechosas de ser narcomulas… Y me vieron cara de una.
Creo que debería contarles bien mis primeras anécdotas. Llegué al aeropuerto en compañía de mi mamá, mi papá y mi hermana. Mi papá me sacó corriendo de la casa, pero menos mal fue así. Al llegar la cola para el Check-In de TAP era INMENSA, tanto que mi papá empezó a mover sus “contactos” (mi papá es de La Guaira y tuvo algo que ver con la aduana alguna vez, además varios primos trabajan o trabajaron en el aeropuerto). Me hizo creer que consiguió un contacto y lo que hizo fue colearme, tan sospechosa fue la broma que me mandaron a abrir mi maleta forrada en plástico… Luego descubriría que ese militar la agarró conmigo. Poniéndole nombre a los personajes, militar 1 y militar 2. El 1 fue quién me mandó a abrir la maleta pero el 2 fue quien la abrió. El 2 resultó ser súper pana y no quería abrirla pero órdenes son órdenes. Luego de la revisada de mi súper ordenada maleta (las otras que abrieron eran ¡¡¡terribles!!!), mi querido 1 me mandó a que la chica militar (que llamaremos 3) me llevara a un escáner corporal. A todas estás… Mis padres preocupados. Hice el Check-In y 3 me llevó al duty free (jajajaja lo conocí antes de pasar por inmigración), lugar donde se encontraba la bendita máquina del escaneo corporal. Me pasaron una sola vez por ella mientras que al resto del mundo lo pasaban hasta 4 veces, lo que quiere decir que definitivamente 1 la agarró conmigo. Luego de esto me dejaron tranquila, fuí a comer rápidamente con mi familia porque nos dijeron que pasara inmigración como 2 horas antes y faltaba poco. Comimos, nos despedimos y pasé… En inmigración, ¡adivinen! Me querían pasar por el escáner corporal jajajaja. Chequearon que efectivamente ya había pasado y finalmente me encontré tranquila en el duty free.
- ¿Tenía miedos? ¡Claro! A no conocer, a no saber si le temía o no a un avión y eso pues descubrirlo totalmente sola.
- En el duty free pasé más frío del que pasé en Europa.
- Me gasté mis segundo y saldo hablando por teléfono con mi amigo con derecho.
- Mi boarding pass lo imprimieron al revés.
- En el vuelo habían más mujeres que hombres, había una cola gigante de mujeres para abordar y la de hombres libre.
- Me tocó un viejito al lado :(.
- La ventana no siempre es el mejor puesto, ¿cómo haces si te quieres parar a cada rato?
- Aprendizaje con esto último: vuelos largos, pasillo; vuelos cortos, ventana.
- Durante el vuelo nos dieron muchos snacks. La primera comida, como bien decía un amigo, “¿carne o pasta?”. Obviamente escogí pasta, sólo que la pasta era con camarones :(.
- La supuesta parada técnica sin bajarnos del avión pues no resultó ser así, no bajaron a probar el frío europeo y a estirar las piernas 20min en el mini aeropuerto de Funchal.
- El snack, o como yo le digo, “pancito” de Lisboa merece una mención especial. Al llegar a Lisboa yo ya estaba MUERTA. Tenía hambre, sed, sueño… Así que montarme en el avión y tener silla para dormir,comida y bebida fue el cielo para mí. Pues dejénme decirles que tan muerta de hambre estaba que aún hoy en día no sé decirles de qué era el pancito, sólo les puedo decir que estaba BUENÍSIMO. Según me comentaron luego, el bacalao es común en Portugal…
Fin de las curiosidades.
Continurá el relato de mi viaje.
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