Un consejo no solicitado

Hoy una querida amiga a la que prácticamente no conozco en persona (sí, eso puede suceder) me compartió el siguiente link: Unsolicited advice for women who date the wrong men. La verdad es que hay cosas muy ciertas en ese post que me pusieron pensativa. Siempre que lees alguna verdad que sabes no aplica o aplicó en tu vida, te entristeces porque a nadie le gusta que le digan que estaba haciendo algo mal, o peor aún, saber que te mereces algo mejor y que fuiste capaz de aceptar "migajas".
En fin, la esperanza es lo último que se pierde y como dice el post que les recomiendo lo lean, todos podemos encontrar a ese alguien que no de todo y no migajas.

El corazón

De verdad es increíble pero el corazón siente y sufre, aún cuando tú no lo sepas (o no lo quieras aceptar).

Cuando ves, oyes, lees algo y sientes como de repente te comienza a doler el pecho del lado izquierdo, allí justo donde usualmente sólo sientes latidos, sabes que si te importa...

Mi segundo viaje

Pues les debo la parte 2 de “Lo que fue mi primer viaje” y espero poder retomarlo y ponerme al día con los post de este blog abandonado.

Mientras, encontré este borrador y decidí completarlo y contarles lo que fue mi segundo viaje, el año pasado por Septiembre a Argentina. Fue por motivos de trabajo. Voy a ponerlos primero en contexto: entre mis planes estaba ir a Argentina en diciembre con un amigo (mi ex novio), tengo un amigo cercano que trabaja allá, amigos diversos de la uni no cercanos hay como 5, etc.

Ir por trabajo fue una experiencia realmente distinta. Si de por sí ya en mi viaje anterior quería aprovechar el tiempo al máximo, imagínense esta vez que iba por dos semanas pero sólo tenía 3 días de fin de semana. De hecho, lo que hice estando allá creo que lo puedo resumir en esos 3 días. El resto de mis días transcurrieron en el trabajo, donde a veces me quedaba un poco más. Además, el hotel donde me estaba quedando, estaba a una cuadra del trabajo. Esa zona era de puras oficinas, lo que significaba dos cosas: había muchos sitios para almorzar, pero TODOS cerraban temprano y no abrian los fines de semana, lo que podíamos traducir en una calle desierta en las noches y fines. Por más que sea, es un país de este lado del charco y viniendo de Venezuela comprenderán que me daba miedo salir sola.

Yo fuí a Argentina y no como carne. Yo fuí a Argentina y no me comí un solo alfajor. Y no sé como, pero yo regresé de Argentina con 4 kilos de más. A un mes de mi graduación, vale acotar.

¿Qué conocí de Argentina? Floralis, Mafalda, Puerto Madero, Nielsen, Tigre, la casa rosada, la calle Florida, la casa de Alex y creo que ya.

Otro “detallito” de mi viaje a Argentina: mi cumple. Ya de por sí es una fecha que me genera ansiedad, estando lejos de la gente mis amigos mi ansiedad era mayor, pero no puedo quejarme porque mal no lo pasé, reuní a muchos venezolanos y la verdad es que siempre lo hago y eso me gusta, si bien no todos son amigos del alma, es bueno verlos y saber que están dispuestos a verte cuando estás de paseo por donde ellos están.

En definitiva, debo volver a Argentina, ¡¡pero de turismo!!