21 nov 2008

Reflexiones...

Es increíble cómo uno se puede mentir a sí mismo. Creer que estás bien, que todo mejora; ¿para qué? Para luego darte cuenta que no siempre actúas como dices que te sientes, o sea, “bien”. Es en realidad que en cierto punto, luego de empeñarte tanto en hacerles ver una cosa a los demás, terminaste tú misma creyéndote todo. ¡Y eso no es sano!

No te permite cerrar etapas... y cada cierto tiempo caes en cierto estado anímico que es opuesto a la felicidad.

También, poco a poco vas descubriendo todas las heridas que tienes: abiertas, sangrantes, cicatrizadas, sanadas... Quieres sanar pero hay situaciones que no te lo permiten. Necesitabas un tiempo; tiempo que lamentablemente no todos necesitan y que no te dieron. Y ahora tú tienes que arreglártelas para sobrellevar todo y sanar, pero sola, porque cada quién tiene su vida, sus problemas, sus heridas, y nadie va a estar siempre contigo.

“Nadie es eterno en esta vida”, “nadie es indispensable”, “ no naciste acompañada”, son frases que he escuchado por ahí. Entonces tienes que cargar tú con tus problemas y enfrentarlos... Dale tiempo al tiempo, ¿dicen que lo cura todo no? No te apresures entonces... Vive tu vida como mejor puedas y confía... Confía en ti que todo va a estar bien.



27/09/2006 12:03 a.m.

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